El gobernador de Texas, Greg Abbott, dio a conocer el viernes su intención de erigir una base de 33 hectáreas para recibir a hasta 1,800 integrantes de la Guardia Nacional de Texas en las cercanías de Eagle Pass, la urbe limítrofe que se encuentra en el epicentro de una controversia entre el estado y la administración de Biden respecto a la política federal de inmigración.
El campamento principal, el cual, según Abbott, “mejorará significativamente las condiciones” de los militares, tendrá la capacidad de expandirse para albergar hasta 2,300 efectivos, anunció el gobernador.
Abbott, quien estuvo acompañado por el comisionado de la frontera del estado, Mike Banks, y el general de división del departamento militar de Texas Thomas M. Suelzer, declaró que el costo de la construcción de la base sería “mínimo”. Mencionó el ahorro que representaría alojar a los miembros de la guardia para la Operación Lone Star en la base en lugar de en habitaciones de hotel, donde actualmente se hospedan muchos miembros de la guardia. Sin embargo, durante la conferencia de prensa no se proporcionó el costo de la construcción de la nueva base.
De acuerdo con una declaración de la oficina de Abbott, el campamento dispondrá de un comedor, un área de esparcimiento, lavandería, alojamiento individual para los efectivos y servicios de salud.