Con la entrada en vigor de DACA en junio de 2012, el programa ha amparado de la deportación y ha autorizado de manera temporal a unos 600,000 dreamers para que trabajen libremente en Estados Unidos.
Los indocumentados que entraron antes de los 16 años a ese país, les fue entregado un permiso cuya duración es de dos años, por lo que debe ser renovado entre 120 y 150 días antes de la fecha de expiración.
Si los dreamers presentan la solicitud de renovación de DACA incluyendo el permiso de trabajo o autorización de empleo (EAD) en los plazos señalados por el gobierno estadounidense, no solo les garantiza la recepción de los documentos de reemplazo a tiempo, sino que evitarán aumentar las demoras en el servicio de inmigración.
El defensor del pueblo de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), en un informe publicado en la página digital del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), envió una recomendación a los beneficiarios asegurando que aquellos que tengan que renovar su DACA, son exhortados a presentar su petición de renovación de DACA lo antes posible.
En 2023 el beneficio migratorio fue declarado ilegal por una corte federal de Texas, pero se permitió seguir vigente por otros dos años hasta septiembre de 2025. La decisión judicial está en manos de la Corte Suprema o del Congreso, si decide aprobar una ley que otorgue a los dreamers un estatus legal permanente en Estados Unidos.