El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció este jueves la reapertura de un programa clave de inmigración que había sido detenido por presunto fraude.
Por: Inmigración Sin Fronteras
El programa permite a los inmigrantes de ciertas nacionalidades solicitar emigrar legalmente a Estados Unidos y a menudo ha sido acreditado por los funcionarios de Seguridad Nacional por reducir los cruces fronterizos. Pero también se ha convertido en fuente de ataques políticos por parte de los republicanos.
Este programa migratorio se puso en marcha desde enero del año 2023 y es una de las políticas migratorias claves del gobierno del presidente Joe Biden.
El gobierno de Estados Unidos emitió un portavoz donde anuncia la reanudación del programa migratorio que permite que inmigrantes procedentes de países como Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela ingresen al país. Incluyendo una ´investigación adicional ‘de sus patrocinadores financieros con sede en Estados Unidos luego de que surgieran inquietudes por supuestos fraudes.
El DHS (por sus siglas en inglés) a inicios del mes de agosto había dado suspensión al programa para investigar las inquietudes que habían surgido, pero argumentó en un comunicado que una auditoría interna no había encontrado evidencia de fraude generalizado entre los patrocinadores.
Por su parte también, La administración Biden tomará medidas de investigación adicionales, «un mayor escrutinio de los registros financieros y antecedentes penales de los partidarios, una investigación adicional para identificar perfiles fraudulentos de partidarios y métodos de revisión reforzados para identificar tendencias de presentación en serie».
¿De qué se trata el programa?
Este programa clave para Biden permite a los inmigrantes de ciertas nacionalidades, como: cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, puedan solicitar emigrar legalmente a Estados Unidos, creando y ampliando vías de entrada legal al país al tiempo que restringen el asilo para quienes cruzan la frontera ilegalmente. Para poder optar a esta modalidad de ingreso, los inmigrantes deben contar con un patrocinador financiero en Estados Unidos que responda por ellos y llegar a un aeropuerto estadounidense por su cuenta, en lugar de ingresar por la frontera sur.
Esta política está dirigida a aquellos países de donde proviene un mayor flujo migratorio que entran a Estados Unidos y que se niegan a ser deportados.
Bajo este programa, Estados Unidos acepta hasta 30,000 personas al mes procedentes de los cuatro países durante dos años. Desde que se apertura el programa de permiso humanitario para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, han llegado más de 386.000 personas de esas nacionalidades.
Los republicanos por su parte han estado en constantes críticas por el desarrollo del programa, a esto, el DHS dijo en una auditoria, que “Desde que este sistema se puso en marcha, se ha detectado un número muy reducido de casos de fraude o infracciones penales que justifiquen una investigación policial o la adopción de medidas”. De igual manera señaló que no ha encontrado problemas durante la investigación de los propios migrantes, y dijo que los que llegan a Estados Unidos en el marco del programa “han sido rigurosamente investigados y examinados”.