La legislatura de Georgia ha aprobado una ley que intensifica las políticas relacionadas con la inmigración en dicho estado, y se prevé que el gobernador Brian Kemp firme la nueva normativa la próxima semana.
Esta nueva norma requiere que las fuerzas de seguridad locales colaboren plenamente con las autoridades migratorias federales, lo que ha generado preocupación entre los defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes temen que los individuos indocumentados sin licencia de conducir puedan ser objeto de deportación por infracciones menores.
Los agentes de policía tienen la discreción de decidir si efectúan o no el arresto, pero la ley establece que aquellos que encuentren a alguien conduciendo sin licencia deben proceder con el arresto.
La aprobación de esta ley se produce después del trágico asesinato del estudiante Laken Riley, presuntamente perpetrado por un individuo que se cree es inmigrante indocumentado.