La región de Tamaulipas, considerada una de las zonas más peligrosas de México debido a la violencia generada por los grupos criminales, ha sido testigo de un incremento significativo en las agresiones.
María, junto con su esposo e hijos, se vieron obligados a abandonar Guatemala después de recibir amenazas de muerte por parte de una pandilla que ya había causado la muerte de varios miembros de su familia. En su viaje hacia el norte, con la esperanza de llegar cerca de la frontera con Estados Unidos para solicitar asilo político, experimentaron una terrible experiencia cerca de Texas, en Tamaulipas.
En Reinosa, Tamaulipas, un grupo armado que se identificó como perteneciente al Cartel del Golfo los abordó, exigiendo dinero y agrediéndolos violentamente, incluso llegando a violar a María y otras mujeres que se encontraban en una situación similar.
Los cárteles han implementado tácticas sistemáticas de secuestro y extorsión contra migrantes que se dirigen a citas de inmigración. Abordan autobuses, interrogan a los pasajeros sobre sus destinos y, si detectan que van a citas migratorias, los bajan, roban sus pertenencias y los agreden físicamente para enviar videos de las agresiones a sus familiares como forma de extorsión.
La organización Médicos Sin Fronteras ha observado un aumento del 70% en las consultas por violencia sexual en Matamoros y Reinosa, comparado con los tres meses anteriores. Desde octubre hasta diciembre de 2023, han registrado un aumento alarmante en casos de violencia sexual.
La situación es crítica, especialmente porque hay pocos servicios disponibles para atender a las víctimas. MSF está proporcionando atención médica gratuita, pero la situación sigue siendo preocupante debido al aumento de embarazos no deseados y la falta de protecciones legales para las mujeres migrantes, especialmente con la incertidumbre sobre la Ley Roe v. Wade en Estados Unidos.